Semana 1

Era mi primera clase de este nuevo ciclo, mi quinto semestre. Había algunos compañeros  ya conocidos y hubo caras nuevas que vi por ahí. Justo cuando entré al salón mis amigos me recibieron alegres, pues era bastante tiempo sin vernos y ya nos extrañábamos. Me senté en la primera fila cerca a la puerta y junto a ellos. Hacía mucho frío para ser las 10:00 de la mañana. La clase estaba a punto de empezar y con los compañeros del salón tuvimos la gran idea de conectar la llamada en la pantalla grande del aula, esto  porque la noche anterior habíamos recibido un correo del profesor diciendo que nuestra primera clase iba a ser de manera virtual. Y así lo fue. Nos complicamos demasiado con el tema del audio del salón, la verdad nadie sabía precisamente cómo funcionaba y nos tocó averiguarlo. 

Pasaron los minutos mientras demás alumnos se iban conectando, y en esas llegó el profesor, nos saludó y dio la bienvenida al curso de investigación social. Para conocernos, el profesor optó por hacerlo de una manera dinámica con una serie de preguntas como: nombre, semestre, programa académico, algún pasatiempo o hobby, y si alguna vez habíamos escuchado algo de la clase o de qué pensábamos que se trataba. 

Uno de mis compañeros escribió en el chat de la llamada aquellos personajes que nos encontrábamos dentro del salón, y cuando empezó la actividad de presentarnos, nadie participaba, el profesor llamó a cada uno de los nombres que aparecía ahí en el chat. Fuimos todos los del salón los primeros que se presentaban y recuerdo muy bien haber sido como la tercera o cuarta persona en hacerlo. Me impresionó bastante cuando el profesor me llamó, pues lo hizo de buena manera pronunciando bien mi nombre. Usualmente a las personas sin conocerme, leen mi nombre por primera vez lo dicen mal y me toca corregirlos. Siguiente a eso, los saludé, me presenté, les conté sobre mí y mis pasatiempos, conversamos un poco con una compañera con la duda sobre qué tipo de música escuchaba y luego con mi profesor a quien le conté que mi padre era fanático de la Formula 1 y de ahí proviene mi nombre. 

Siguieron todos mis compañeros en el aula prendiendo sus cámaras y presentándose, así hasta llegar al último. Hasta ese momento no había parado de sentir frío y no me lo iba a aguantar más, me decidí por cerrar la puerta, pero  un hombre afuera no me dejó debido a las ordenes y por el  manejo de bioseguridad las puertas no podían permanecer cerradas.

 

Luego de todo eso, fue el profe quién pasó ya a introducirnos en aquello sería todo este semestre en la materia. Nos presentó su pantalla con unas diapositivas donde se resumía y todo y él lo iba explicando. Empezando con lo propósitos de la asignatura, como lo que veríamos y al final del curso íbamos a ser capaces de entender. Siguió luego con los temas que veremos, donde me di cuenta que había algunas cosas que ya antes en el colegio había escuchado, pero que realmente no me acordaba de nada, como lo que es la investigación cualitativa y cuantitativa. Paso siguiente fue explicarnos cómo todos esos temas se iban a dividir durante el semestre por medio de módulos; cuántas horas le íbamos a dedicar a cada módulo y mencionó muy por encima sobre unas lecturas de las que más tarde nos iba a hablar. Siguió con la metodología y enseñanza de aprendizaje, y dijo que la clase iba a contar con talleres prácticos que se desarrollaría durante y después de la clase.

Mencionó luego la división de las notas y sus porcentajes en cada uno de los cortes, cada corte tendrá un trabajo final, habrá exposiciones, talleres, y explicó sobre la relatoría que cada clase debíamos realizar. Con un mínimo de mil palabras nos tocaba hablar de lo visto en las tres horas de clase, y dos de esas serán escogidas para leer en la siguiente semana. 

 

Pasamos a hablar sobre las reglas del juego, donde en la mayoría de clases es casi siempre la misma, pero entiendo que explicarlas ayuda a aclarar dudas y dejar constancia de lo dicho. En eso mismo, el profesor nos habló sobre la precaución con la ortografía, y tener errores en los trabajos y evaluaciones nos restará cero punto dos décimas en la nota. Y siguiendo con el tema de la ortografía, vimos un artículo en la página de El Tiempo sobre un profesor de Comunicación Social de la Javeriana que renunció por la mala ortografía de sus alumnos. Parecía muy exagerado el motivo de su renuncia, pero luego el profesor nos mostró un trabajo real de un alumno con mala ortografía. Empezamos a sacar hipótesis de a qué se debía esa mala ortografía, y unos dijeron que lo hizo de afán, otros dijeron que lo tenía en inglés, y así haciéndonos entender que por ningún motivo debemos tener errores así, y mucho menos siendo comunicadores.

 

Cambiamos de tema y vimos una representación gráfica en forma de pirámide, que representaba y explicaba la manera en la que aprendemos. Iba de manera ascendente siendo la lectura el método menos efectivo y enseñar el más efectivo. Después el profe utilizó ese método contra nosotros reproduciendo un video explicativo sobre eso mismo, pero que sería más efectivo porque en la pirámide, escuchar y ver tiene un grado mayor que solo ver. 

 

Luego vimos otra gráfica sobre la clasificación de las habilidades del pensamiento. Era una tabla donde comenzaba por recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar, y crear. Y eso me hizo pensar la manera en la que yo en el medio audiovisual aplico esto. Y para finalizar vimos una última gráfica sobre la zona de confort, donde el profe nos ponía un ejemplo sobre el miedo de salir de ahí y el aprendizaje y los retos. La clase ya acababa y el profesor nos mandó las lecturas para leer semanalmente y aclarar dudas sobre el relatorio.