Semana 8
Semana 8:
Comenzaba la clase puntual un frío lunes a las 10:00 de la mañana con el ritual de todas las semanas, leer las bitácoras de los compañeros. Esta vez mientras realizábamos la actividad, recordé lo que alguna vez nos contó el profesor en la clase sobre comparar nuestros textos con el de las demás personas, la verdad es que nunca me he lanzado al agua y ofrecerme a que lean mi bitácora. Sigo en ese proceso de intentar redactar y plantear mejor mis ideas, siento que en mi cabeza me puedo organizar de una mejor manera y cuando quiero plasmarlo en un texto quedo en blanco. No solo en esta clase, me pasa en casi todas, y ahora cada vez que leemos las bitácoras de los demás intento extraer lo mejor de cada una de ellas, pues es cierto que muchos hacen muy buenos trabajos replanteando lo que realizamos semana a semana en la clase de investigación social, gracias a eso he notado también un cambio desde la primer bitácora que realicé y las que he hecho últimamente, claro hay unas mejores que otras, pero esto más allá de solo recordar las clases para estar frescos en las nuevas me ha ayudado también en otras cosas ( como lo dije anteriormente, la redacción) que creo me hacen pensar que hacer esto vale totalmente la pena y que las clases de Cobos están muy bien pensadas, sin imaginarlo, cada semana que hago esto aumento, aunque sea algo mínimo, de mis capacidades sin tenerlo presente a la hora de enviar el texto final. Es por eso que esta vez le dedico más una parte reflexiva sobre algo tan pequeño como hacer estas bitácoras a este texto, porque me doy cuenta que al finalizar cada clase no soy el mejor porque no aprendería de nadie y además me doy ánimos para ser cada vez mejor en la escritura.
Luego de leer los maravillosos trabajos de los compañeros, el profesor pasó a preguntar si ya sabíamos a dónde iríamos en nuestras salidas de campo, muchos seguían sin saber (entre esos yo) y otros ya estaban demasiado seguros e incluso supe de alguien por ahí que ya había ido. Pasamos a ver un gran ejemplo para ver si surgían algunas ideas para aquellos que aún no sabíamos, y este era de una chica que realizó su salida de campo en un culto islam. Mientras lo leíamos me impresionaba que la chica tomaba puntos de vista que no se apreciaban en otras salidas de campo, pues en el principio y a lo largo del texto colocaba citas muy acordes sobre lo que estaba hablando, y también manejaba muy bien el tema del etnocentrismo, pues se preocupaba demasiado por no irrespetar sus creencias con palabras que para ellos podrían ser ofensivas y se cuestionaba bastante cómo dirigirse a ellos y a las actividades que realizaban con preguntas como: ¿está mal llamarlo una misa? o ¿cómo debo ir vestida?, etc. Finalmente, de darle muchas vueltas al asunto y escribir mil veces un mensaje, se pudo poner en contacto de manera adecuada con quien sería su portero que la trató de una manera muy formal siempre gentil y muy amable.
A lo largo de la lectura de su diario de campo me puse a pensar en una buena idea que se me ocurrió para hacer en mi salida, y era ir a una iglesia satánica. Levanté mi mano para preguntarle al profesor sobre qué le parecía, no lo vi muy convencido y lo único que me dijo fue que desde que no corriera peligro no había problema. Le comenté a mis compañeros de manera seria que me encantaría hacer esa salida pues es un lugar que hasta el momento no he escuchado en un trabajo y del que se podría extraer buena información para una investigación. Tampoco los vi muy convencidos, no dijeron nada al respecto pero con sus caras se podía deducir que no es algo que harían o a lo que me acompañarían, y puede ser por bastantes cosas, como sus creencias religiosas, que entiendo y lo respeto bastante, puede que yo no sea una persona de creer pero igual no se me hace cosa del otro mundo teniendo en cuenta que es por un trabajo académico. Y bueno, nunca dije que no diera miedo, pues es algo que muy literal se sale de mi zona de confort, pero puede que sea por eso que más me llama la atención. Al día de hoy sigo pensando que es una excelente idea, pero no encontré alguien con quien ir y creo que solo no es una buena idea, y tampoco encontré una iglesia satánica que me dejara realizar la investigación.
Pasado eso, el profesor nos proyectó el trabajo final del ejemplo de la chica del Islam, y la verdad es que no entendí nada, utilizaron un programa difícil de entender que me causaba mucha confusión y algunos términos que supongo que veremos en lo queda del semestre, pues ese mismo trabajo lo tendremos que entregar nosotros con respecto a la salida de campo que realizaremos.
Para finalizar, pasó el grupo que debía exponer esa clase, hablaron sobre las hipótesis y los tipos de hipótesis, que al final tendría un quiz hecho por el profesor que tendría nota al igual que los demás que habíamos realizado en clase. Y ya faltando unos pocos minutos para culminar la clase de aquel día, vimos unos ejemplos y realizamos una pequeña actividad sobre hipótesis. Vimos un experimento que formulaba varias hipótesis de hasta dónde es capaz de obedecer una persona a otra. Esto lo hicieron mediante una supuesta maquina controlada por un profesor, que mandaba cargas eléctricas a una persona que respondiera mal las preguntas. Esta persona trataba de un actor que tenía que simular sentir dolor cada vez que el profesor accionara la maquina. El encargado era quien le daba las ordenes a este para que lo hiciera si las respuestas eran erróneas. Más del 90% de los profesionales evaluados, no se sentían capaces de seguir después de que la victima pidiera piedad por el “dolor que estaba sufriendo”.
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